Cannabis, cultivos ‘indoor’ ante el monopolio del narco

En México, los productores independientes de cannabis esperan nuevas leyes y evaden el acoso del crimen organizado.

<p><strong>Orlando Pacheco es un activista social convencido de la importancia de difundir información responsable sobre el uso y cultivo de cannabis. (Andrés Vargas Reynoso/Zenger)</strong></p>

CIUDAD DE MÉXICO, México — En México, la LXV Legislatura arranca y pone sobre la mesa el debate de la liberación de consumo, venta y producción de cannabis. Mientras tanto, los consumidores y productores independientes tienen un acuerdo tácito de comerciar y consumir entre ellos, sin tocar las puertas de las narcotiendas controladas por el crimen organizado. El llamado ‘indoor’ se refiere a que los cultivos están dentro de la casa, con luz artificial, para esconderlos de las autoridades. 

Orlando Pacheco es activista y defensor de los derechos de los usuarios de cannabis desde hace seis años. Fue miembro del primer club cannábico público en México, el Club Cannábico Xochipilli (CCX). Tiene un diplomado en medicina endocannabinoide y fue colaborador activo en el “Plantón 420”, un grupo de activistas que se han pronunciado en favor del uso de cannabis, entre otros espacios, en el Zócalo de la Ciudad de México

Pacheco comentó sobre los productores independientes en espera de resoluciones, y su acercamiento con las autoridades: “Hasta el momento, los productores y comerciantes independientes de cannabis no tienen cabida en la supuesta legalización, ya que esta es solo para fines lúdicos y no para venta. Pero, hasta ahora, no tengo la certeza de que ese tipo de acercamiento se haya dado”.

No obstante, los productores independientes de autocultivos de cannabis no solo se enfrentan a las autoridades y la posible regulación, sino también al riesgo de rozar terrenos otrora ocupados por el crimen organizado

Pacheco dijo que, “sí, se podría pensar que [los productores independientes] están pisando terreno exclusivo del crimen organizado, pero este seguirá con su operación aunque los pequeños productores de cannabis existan. Conozco a algunos productores independientes a quienes el crimen organizado sí ha querido obligar a que vendan su producto”. 

El debate sobre el consumo, la venta y producción de cannabis se encuentra entre los principales temas sociopolíticos en la agenda de México. (Andrés Vargas Reynoso/Zenger)

En vista de los riesgos a los que se exponen quienes cultivan cannabis de forma clandestina mientras se liberan los permisos, el político Fernando Belaunzarán, durante su periodo como diputado federal de la LXII Legislatura del Congreso Mexicano, impulsó la despenalización de la marihuana. Dijo que, “el problema es más grave que eso, porque todavía no tenemos una regulación de la producción para el mercado. Uno de los temas que debería resolver la regulación es incorporar a quienes actualmente cultivan, para que sean parte de una industria legal, lo cual, por desgracia, no parece ser prioridad en los proyectos que estuvieron a punto de aprobarse. Mientras eso no exista, se mantiene el riesgo de que sean encarcelados o sean víctimas de la disputa entre bandas del crimen organizado”.

Zara Snapp, politóloga por la Universidad de Colorado, en Denver, Estados Unidos, activista y cofundadora del Instituto RIA en México, dice que el acoso del crimen organizado hacia los productores independientes de cannabis no es tan usual. 

Sin embargo, dijo que debe existir una ley que incorpore a los productores independientes, para que no estén en la ilegalidad. Pide que “se termine el estigma que existe en el país hacia las personas que cultivan y hacia quienes están vinculados con el mercado”. 

“El mercado en México es tan diverso que cambia sustancialmente y es diferente en distintas zonas. Pero es un mercado vibrante y flexible, con muchos actores y diversidad de precio y calidad. Lo que buscamos es una regulación que permita cubrir el mercado legal, para que las personas participen plenamente, sin miedo, para aprovechar su trabajo, pagar impuestos, ser formales y, de esa forma, buscar un sentido de justicia social”, dijo Snapp. 

Pacheco dice que, aunque no conoce un caso específico, algunas facciones del crimen organizado “se han acercado a productores independientes para que les compartan sus conocimientos; sí hay productores independientes que tienen nexos con organizaciones criminales”. 

Cultivo de cannabis

La cita es al norte de la Ciudad de México, casi en las orillas, al mediodía. Llegamos puntuales con nuestro contacto, a quien llamaremos “Mario”. El nombre de víctimas de trata o de delincuencia organizada, o de personas en peligro, no se puede publicar, ya que están protegidas por la Ley de Protección de Datos y el Artículo 6 de la Constitución de México.

Comenzamos a andar por las calles de una colonia, para conocer un plantío clandestino de cannabis. 

En el trayecto llegamos a una esquina, donde Mario dice, “bajémonos de la banqueta. Al fondo de esa calle hay una narcotienda y si la policía te ve pasar por aquí, te detiene porque piensa que acabas de comprar marihuana”. 

Tras 15 minutos de caminata, llegamos al portón de una casa y, en ese momento, Mario me pide que apague el GPS de mi teléfono. Desde afuera, se percibe una casa común y corriente. Subimos dos niveles en una escalera exterior hasta llegar a la azotea. 

Frente a mí, bajo el rayo del sol, se abre un panorama totalmente verde. Desde cajones de madera adaptados y algunas macetas individuales, despuntan matas de marihuana de poco más de metro y medio de altura. “Aún no dan flor”, dice Mario, “pero les falta poco”.

Cualquier espacio es propicio para la producción independiente de cannabis, con fines de venta o autoconsumo. (Andrés Vargas Reynoso/Zenger)

Mario espulga las matas, las airea y descubre algunas plantas “macho”, que arranca de raíz para que no polinicen a las “hembras”, que son las que dan los cogollos, es decir, la parte que, al secarse, se comercia para su consumo. 

De acuerdo con Mario, se trata de un plantío para autoconsumo, no para venta. Ocasionalmente, extrae aceite de cannabis que se utiliza con fines medicinales. Muestra también un experimento de cultivo de cannabis a base de hidroponia que aprovecha las heces de peces de acuario.

Después de unos minutos, salimos de vuelta al punto de reunión. Mario dice que es importante que se comparta información con la gente porque “no solo se trata de producir, vender o consumir, sino de informar, compartir conocimiento para que la gente sepa de qué se trata y que no se piense que quienes consumimos o sembramos de forma independiente somos delincuentes”. 

Regulación y justicia social

Sobre la posibilidad de que el negocio del crimen organizado se vea afectado por los cultivos ‘indoor’ y la producción independiente, Belaunzarán dijo que, “todo depende de cómo se haga la regulación. Si es buena, muchas personas migrarán del mercado ilegal al legal. Si se regula de manera deficiente, el mercado negro seguirá predominando, con todos los riesgos e inconvenientes que conlleva”.

Snapp dice que “el mercado existe, pero es más complejo que estos dos polos de crimen organizado y productores independientes. Creo que se tendría que matizar con el conocimiento de que vamos hacia algo, y depende del poder legislativo que haya legalidad o que siga en la clandestinidad. Es una oportunidad para transitar a un mercado legal con una perspectiva social”.

Editado por Melanie Slone y Gabriela Alejandra Olmos